domingo, 27 de marzo de 2016

II CONGRESO NACIONAL AFROCOLOMBIANO: ¿Cuál es el miedo a un llamado de unidad?



Luego de que la Corte Constitucional, mediante sentencia T576 de 2014, fallara de fondo las tutelas que pretendían desconocer el proceso autónomo celebrado en Quidbó; dando su respaldo formal al mandato nacido del Primer Congreso Nacional Afrocolombiano de 2013, se advierte una manifiesta inquietud no sólo por dilatar e intentar modular los efectos de tal decisión constitucional. Además, parece enfermizo el propósito gubernamental de hilvanar encuentros antojadizos que favorezcan sus pretensiones de contar, nuevamente, con un escenario consultivo que opere a su amaño, a espaldas del pueblo afrocolombiano, tal como ocurría con la Comisión Consultiva de Alto Nivel, a la que se negó potestad alguna en dicho certamen, confiando a la Autoridad Nacional Afrocolombiana el que adelantara sesiones para poner a punto nuevos protocolos y acuerdos que deberían ratificarse, consultados previamente, en un nuevo Congreso.


Desde 2014, al informar sobre la marcha, con faltas de planificación notorias y sin mayores precisiones sobre la agenda que convocaba a encuentros departamentales, el Ministerio del Interior ha despilfarrado dinero en fallidas convocatorias que, por fuera de lo preceptuado por la Corte, buscan que le resuelvan el asunto del protocolo aplicable a la Consulta Previa. De hecho, el que al encuentro de enero - febrero de 2015, no presidido por la Autoridad Nacional Afrocolombiana (pese a todas las tensiones que aun genera tal instancia emanada de Quibdó) se le denomine “asamblea nacional” en los papeles del Ministerio del Interior es ya suficiente evidencia de la malquerencia y negligencia con la que se ha adelantado hasta ahora este proceso que debe ser participativo, amplio y plural, convocado concitando la mayor vinculación posible de todas las formas organizativas de las y los descendientes de africanos a lo largo y ancho del país, de manera autónoma y sin indebida injerencia gubernamental (como se desprende, por ejemplo, de la clausura abrupta y unilateral del Espacio Nacional de Delegados por parte de aquel ministerio) .

Si bien es cierto que se requiere una instancia nacional que module y resuelva los asuntos relacionados con la consulta previa y que al gobierno nacional le asiste urgencia porque la misma exista y opere; es al pueblo afrodescendiente en el país al que le corresponde, convocado de manera amplia y plural, definir los procedimientos, instancias y protocolos aplicables tanto en procesos de preconsulta como en la formalización final de las mismas. Es esto lo que ha sido desconocido impune y flagrantemente por todas las instancias gubernamentales hasta la fecha.

Por ello, revisado el auto 588 de 2015 por el que la Corte Constitucional asume su competencia excepcional para vigilar el cumplimiento de las órdenes impartidas en la Sentencia T-576 de 2014, queda claro que ha habido negligencia y desatención por parte de las autoridades judiciales y ejecutivas del país responsables de la inobservancia de lo preceptuado en Quibdó así como de lo protegido y sentenciado por la Corte, poniendo en serio riesgo la debida atención y garantía de los derechos y libertades de individuos y comunidades de descendencia africana en Colombia.

Queda claro igualmente que las y los afrodescendientes del país no podemos seguir en el juego cómplice con el Ministerio del Interior y el gobierno nacional, aceptando convocatorias amañadas, que pretenden imponer el querer de pocos en el lugar en el que debe ser la expresión participativa amplia y plural de todas las formas organizativas del pueblo afrodescendiente en Colombia el que ha de expresarse, asegurando hasta el límite de lo posible su convocatoria, dadas sus particularidades antropológicas, territoriales, culturales y organizativas urbanas y rurales. Es clarísimo que, hasta ahora, no ha sido la buena fe ni la transparencia ni la publicidad la que ha caracterizado las acciones gubernamentales, teniendo a su mano como las tiene herramientas de masificación y divulgación de la información para las convocatorias que ha pretendido amañar.

Queda claro, a renglón seguido, que no podemos seguir el juego de atender a convocatorias faltas de claridad respecto de su contenido o agenda, en la medida en que ha de ser esta la oportunidad histórica para que se concreten expectativas autonómicas culturales y territoriales que den piso institucional sólido a las identidades constitutivas del pueblo afrodescendiente en el país. Lo actuado antes y durante el Congreso Nacional de Quibdó, pese a las intentonas de socavar su importancia, debe preservarse como el primer expediente de un proceso de largo impulso al levantamiento de una agenda propia, más allá de la sola referencia a la consulta previa.

Queda definitivamente claro que muchos celos, odios y recriminaciones deberán atizarse y allanarse para que, en adelante, sea posible que voces discordantes y posiciones beligerantes contribuyan a zanjar diferencias y provocar arreglos que, frente al futuro y ante las intentonas nugatorias del gobierno nacional, faciliten el diálogo interno y favorezcan el levantamiento de acuerdos respecto a instancias de acción vinculante y coordinación nacional para todas las formas organizativas del pueblo afrocolombiano. No hay más tiempo que perder en el levantamiento de una plataforma común que, sumadas las diferencias, provea a nuestro pueblo con vocerías y representaciones válidas y validadas de acuerdo a protocolos articuladores, consultados y definidos previamente con total autonomía. En ese propósito, resulta igualmente necesario que algunas delegaciones e instancias organizativas, como la de la comunidad raizal de San Andrés, Santa fé de Bogotá y Valle del Cauca, deberán hacerse un profundo autoexamen para entrar en la convocatoria a un II Congreso Nacional Afrocolombiano, en la medida en que la Coordinación de la Convergencia de Organizaciones Raizales, los anacronismos de algunos liderazgos históricos y el protagonismo excesivo de exconsultivos afincados en sus privilegios, no se han caracterizado por aportar al espíritu de unidad por su actitud de declararse, vistos todos los considerandos, al margen de las decisiones tomadas en cada instancia convocada.

En un proceso de convocatoria al II Congreso Nacional Afrocolombiano, dada su fuerza constituyente, será necesario acudir a la capacidad informativa del sistema nacional de medios públicos y alternativos, concitando el aporte de la prensa de amplia circulación, de las cadenas privadas de radio y televisión y de las redes sociales para que, de una vez por todas, lo decidido en ese escenario autónomo involucre a todas y todos los que, puestas las reglas de juego, se apliquen a respetarlas, en cabal cumplimiento de lo ya sentenciado; sin miedo ni resquemor alguno a la unidad del pueblo de descendencia africana en Colombia.
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13 comentarios:

  1. ES claro que los gobernantes, como representantes de la burguesìa, no estàn dispuestos a ceder sus privilegios, ellos saben que reconocerle autonomìa a los pueblos indìgenas y afrodescendientes es empezar a romper la brecha que separa a los unos de los otros.
    Nosotros tambièn debemos saber eso y que las normas que se han expedido son funcionales al sistema, y cuando se filtra alguna posibilidad hacia nosotros inmediatamente se encargan de corregir el "error" expidiendo otra norma o desconociendo el "error".
    Tambièn debemos saber que quienes hacen las normas son los mismos interesados en que nada cambie y que los cambios sòlo se dan en la forma, mas no en el contenido.
    Tambièn debemos saber que quien no tiene agenda propia todas sus acciones terminan al servicio de la agenda de los demàs. He aquì nuestro problema ¿Cuàl es la nuestra? ¿Hemos creado espacios propios que funcionen sin apoyo oficial?
    Es ingenuo de nuestra parte creer que el sistema va a permitir que en su institucionalidad se fragüen posibilidades otras.

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    1. Esta hora es la nuestra, apreciado Francisco Adelmo. No da más espera nuestra propia convocatoria de unidad.

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  2. Hermano, muy pertinente el llamado. Estamos en un momento histórico que no queda otra salida más que la unidad con criterios. Estoy trabajando en una posible teoría, "la potencia", y en este marco incluyo un principio en las relaciones, los procesos sociales y políticos: ceder. Creo que eso ha socavado nuestro movimiento, la falta de comprensión de la misma naturaleza de las cosas. " Entre más fuertes son las estructuras en la ingeniería civil, más fácil se caen ante un movimiento de tierra, por ejemplo". Son elementos que si los entendiéramos ante nuestros radicalismos hacia adentro, porque hacia afuera estos siguen siendo siervos y dominados. De otro lado, en famoso "representante a la cámara de nuestras comundiades" esta convocando a un encuentro en Cali, tengo entendido, bajo un propósito: deslegitimar y fracturar más nuestro movimiento. Seguro que hay plata y francachela, llegarán muchos y muchas. Lo peor, es que esta hablando de decidir la representación del pueblo afrocolombiano.

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    1. Completamente de acuerdo. Si le seguimos el hilo al gobierno ya sabemos las consecuencias.

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  3. Si nos despojamos de intereses personales, y pensamos en unificar criterios frente a nuestra comunidad afro que ha sido la mas estigmatizada y olvidada de Colombia, si unimos fuerzas y hablamos el mismo lenguaje; solo asi lograremos la unidad nacional.
    Pero no se nos olvide que tenemos persecusion a algunos miembros lideres nuestros como Juan Carlos Martrinez y otros, perseguidos politicos y se encuentran enredados en procesos penales y no hemos hecho nada, no nos hemos unido en torno a ellos, no nos hemos manifestado y nos seguiran dando garrote mientras no nos pronunciemos en masa.

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    1. Independiente de los nombres o si Juan Carlos Martinez es un perseguido, estoy de acuerdo en que nos seguirán dando garrote y zanahoria si no subimos la voz y hacemos crecer la audiencia para nuestro pueblo

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  4. MUY BUENA REFLEXION ESTMOS LISTOS PARA HACER VALER NUESTROS DERECHOS CONSTITUCIONALES Y SOCIALES

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  5. De verdad que si nos hemos dejado Ninguniar Ya es hora de que dejamos de un lado los intereses personales y le apuntemos al Interes comun

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  6. De verdad que si nos hemos dejado Ninguniar Ya es hora de que dejamos de un lado los intereses personales y le apuntemos al Interes comun

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CuestionP Aportes para una teorìa polìtica de la afrodescendencia por Arleison Arcos Rivas se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-SinDerivadas 2.5 Colombia.

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