Aunque en principio el título de esta nota pueda dejar la sensación de que saber es un asunto contrario a ancestralidad, pretendo afirmar todo lo contrario y dejar claro que existen múltiples formas de conocimiento desarrollados por la humanidad, antes, durante y seguramente luego de resituar aquello que llamamos ciencia.
De muchas maneras, la humanidad ha encontrado alternativas para interpretar, comprender y explicar los asuntos que a diferentes grupos humanos, en todas las épocas y por diferentes vías han preocupado e inquietado, al punto que sobre ellos se han legado saberes y prácticas que hoy todavía nos acompañan, transmitidos de todas las maneras que hemos podido concebir, incluida la divulgación científica; tal vez la más reciente de ellas.