domingo, 25 de marzo de 2012

Inclusión afrodescendiente en el Plan de Desarrollo de Medellín


La concepción étnica del desarrollo constituye un momento de articulación y redefinición de las metas sociales, políticas, culturales, económicas, solidarias, ambientales, poblacionales y de otros órdenes, a partir de la concepción diferenciada de las ciudadanías, sus demandas, reivindicaciones y las alternativas con las que puede responder eficientemente la administración local; de modo que ciudadanos y comunidades portadoras de identidades culturales y étnicas se encuentren efectivamente incorporados al disfrute y satisfacción de sus derechos, tal como los mismos pueden y deben ser realizados. 

El disfrute pleno de derechos es el fundamento de la incorporación étnica diferenciada en los planes de desarrollo; pues, en la medida en que el plan constituye un pacto entre la comunidad y el Estado, mutuamente se obligan a orientar los fines del Estado a producir los efectos que hagan posible la inclusión de quienes han permanecido al margen del desarrollo, mejorando las condiciones de vida que permiten reconocer el nivel de bienestar del que realmente disfruta la ciudadanía y la capacidad institucional para garantizarlo y promover el avance en la ampliación de oportunidades para su fortalecimiento. 

La presente propuesta constituye un insumo colectivo que pretende aportar al propósito de avanzar en el mejoramiento de condiciones mínimas para la inclusión y la generación de equidad para las y los afrodescendientes en Medellín. 

Este documento es un borrador en proceso de concertación para el pronunciamiento en el Consejo Territorial de Planeación de Medellín, del que participo como representante por los y las afrodescendientes. Sus aportes puede enviarlos a arleisonarcos@gmail.com hasta el 28 de marzo.
Agenda mínima de inclusión afrodescendiente en un Plan de Desarrollo de Medellín 
con enfoque étnico diferencial. 
Consejo Territorial de Planeación de Medellín 

¿Por qué una agenda mínima? 

Diseñar e implementar estrategias de incidencia pública en la transformación de las problemáticas históricas y estructurales que constituyen verdaderas barreras que impiden, dificultan o limitan el avance de las y los afrodescendientes, tal como lo reconoce Planeación Nacional[1], demanda de los agentes estatales un tratamiento diferenciado en las políticas públicas dirigidas a este grupo étnico, de manera que encuentren garantías reales para su reconocimiento y para la satisfacción de sus derechos. 

De manera protuberante, aparecen un conjunto de obstáculos que atentan e incluso logran impedir el mejoramiento en el desarrollo humano para las y los afrocolombianos, de manera tal que sobre individuos y comunidades se extienden tales efectos, los cuales requieren ser encarados en los diferentes procesos propios de la planeación del desarrollo: 

1. Racismo y discriminación racial 

2. Baja participación y representación de la población afrocolombianos en espacios políticos e institucionales de decisión

3. Débil capacidad institucional de los procesos organizativos de la población afrocolombiana. 

4. Mayores dificultades para el acceso, permanencia y calidad en el ciclo educativo, lo cual limita el acceso a empleos de calidad y el emprendimiento, dificultando la superación de la pobreza. 

5. Desigualdad en el acceso al mercado laboral y vinculación a trabajos de baja especialización y remuneración (empleos de baja calidad). 

6. Escaso reconocimiento y valoración social de la diversidad étnica y cultural como uno de los factores que definen la identidad nacional. 

7. Deficiencias, en materia de seguridad jurídica, de los derechos de propiedad de los territorios colectivos. 

8. Deficiencia en la incorporación e implementación de las iniciativas y propuestas que surgen de la población afrocolombiana, palenquera y raizal. 

9. Baja disponibilidad de información sobre población afrocolombiana, lo cual limita la cuantificación y focalización de beneficiarios, así como la definición de una política pública ajustada a las particularidades étnicas y territoriales. 

10. Acceso limitado a programas de subsidio. 

Sumado a ello, debe considerarse que las y los afrodescendientes soportan sobre sí la carga de múltiples violencias tras los altos índices de desplazamiento, pobreza y inequidad padecida por este grupo étnico. 

Ante estos graves flagelos, la corte constitucional ha insistido en la urgencia de generar condiciones reales para la superación del estado de cosas con las que se sostiene, por acción o por inacción, el conjunto de situaciones de injusticia que impiden o limitan el mejoramiento en los indicadores de desarrollo humano para la población afrodescendiente en entornos rurales y urbanos en la ciudad de Medellín. 

Para enfrentar esas situaciones, no basta considerar a hombres y mujeres afrodescendientes como incluidos en la acción global del Estado ni sumarles como pobres o población vulnerable ni transversalizar la acción estatal bajo criterios de atención de públicos en abstracto. Muy por el contrario, se requiere orientar e implementar con osadía estrategias que derriben, eliminen, contengan o al menos minimicen el impacto de las barreras mencionadas sobre vidas humanas concretas; cuyas manifestaciones se corresponden con generaciones de nacidos, allegados o avenidos a la ciudad de Medellín. 

Una perspectiva de derechos 

Consciente de sus responsabilidades locales, nacionales e internacionales, las acciones en manos del Estado orientadas a la promoción, garantía y salvaguarda de derechos para el grupo étnico afrodescendiente deben adelantarse bajo el postulado de que “invertir en la gente es la mejor estrategia de desarrollo”; considerando además que el costo social de tolerar desigualdades es supremamente alto tanto en términos de inversión de recursos como en el avance del desarrollo económico y territorial local, pues “una sociedad progresa sólo si todas las personas que la integran incrementan sus libertades y capacidades”[2] 

Desatender los indicadores de desigualdad, con alta incidencia en la perpetuación de desventajas étnicas le sale caro a la ciudad y a sus habitantes. 

Una concepción del desarrollo equitativo y sostenible que apunte a construir un mejor futuro para todos[3], debe resultar significativamente sensible a la diferencia étnica y fomentar el mejoramiento real de las condiciones de vida y las oportunidades para que el pueblo afrodescendiente fortalezca sus expectativas de desarrollo humano y territorial, mejorando los dispositivos sociales y las políticas públicas que contribuyen a que las personas calificadas, saludables y bien educadas se encuentren en mejores condiciones que otras para dirigir sus propias vidas, y vigoricen sus posibilidades para que encuentren empleos y ganen mejores salarios[4]

Resulta claro que no se trata sólo de mejorar los indicadores estadísticos sino las condiciones materiales reales en la vida de la gente. De igual manera, tampoco se busca mejorar la calidad de vida de las personas simplemente bajo criterios filantrópicos o voluntaristas. La responsabilidad del Estado es la de realizar y garantizar derechos, promoviendo con ello la inclusión social, la equidad, el cuidado, preservación y sostenibilidad de la vida; incidiendo de manera integral en la transformación y generación de condiciones para el disfrute pleno de derechos. En este propósito, resulta satisfactoria la propuesta gubernamental de construir acuerdos que conduzcan a una gran alianza por una sociedad equitativa, incluyente en lo social, distributiva en lo económico, democrática en lo político y sostenible en lo ambiental. 

Dada la multicausalidad de los problemas que deben enfrentar las y los afrodescendientes en el país y en la ciudad, el cumplimiento de los fines del Estado debe apuntar a transformar la precariedad, marginación, exclusión, discriminación, pobreza, baja cobertura y factores de representación negativamente diferenciadora asociados a la educación, el acceso a servicios públicos, el empleo y el desempleo, la disponibilidad de ingresos, el mejoramiento laboral y la dependencia económica, entre otros componentes de la cartografía estructural e institucionalizada con la que se sostiene el racismo y la discriminación contra los grupos étnicos en el país, especialmente contra las y los afrodescendientes. 

En ese propósito, y contando hoy con un conjunto de indicadores que soportan una línea de base, diagnóstico y caracterización respecto del desarrollo humano, potencialidades y necesidades aun no satisfechas para las y los afrodescendientes en la ciudad, (tal como se propuso en el plan de desarrollo 2008-2011[5]); resulta fundamental convertir ese conocimiento poblacional en políticas públicas. 

Tales políticas, diseñadas con enfoque étnico diferencial, se orienten a promover, satisfacer y garantizar derechos para hombres y mujeres de este grupo étnico; evitando el reconocimiento categorial como población pobre o vulnerable con la que se “desconoce el contenido de los derechos y de las necesidades de esta población y afecta su derecho a la igualdad”[6], dispersando las inversiones requeridas para la atención integral a las problemáticas que les afectan y atomizándolas en acciones de transversalización que no reflejan procesos de transformación real de las mismas. 

Incluso en términos de inversión, es probable que el Municipio de Medellín no precise de nuevos recursos o que estos sean mínimos para fortalecer sus compromisos en torno a políticas públicas destinadas a afrodescendientes, pero seguramente deberá reorganizar su gestión para articular diferentes iniciativas hoy atomizadas y de bajo impacto en la transformación de indicadores de desarrollo humano, así como mejorar sus alianzas y la sinergia con el sector productivo y los demás organismos estatales en sus diferentes niveles; lo que podría hacerse contando con una plataforma operacional y un plan de acción coordinado con una entidad oficial responsable por su ejecución. 

Incorporación del enfoque étnico diferencial del desarrollo humano y territorial 

El plan presentado al CTP no contempla un enfoque diferencial en el que se explicite la particularidad étnica del 11% de la población de la ciudad; lo que constituye un serio riesgo para que no se visibilicen acciones institucionales específicas orientadas a esta comunidad, la cual aparece en dicho borrador sumada a un conjunto de “poblaciones”, incluida la denominada abusivamente “población animal”. 

Incorporar el enfoque étnico diferencial a la concepción y estructuración del plan y de las políticas públicas subsecuentes, pretende situar la tarea del Estado en la eliminación de injusticias convertidas en verdaderas afrentas contra el desarrollo equitativo. De manera especial, la acción estatal debe proveer herramientas para atender necesidades diferenciales de protección, reconocimiento, acceso y protagonismo como sujetos de derechos. 

Así, cuando se menciona a las y los ‘afrodescendientes’, ‘afrocolombianos’, ‘afromedellinenses’, ‘comunidades negras’ lo que se explicita es la diferencia étnica portada por un grupo étnico culturalmente diverso, inserto en la condición demográfica de quienes habitan la ciudad. 

Tal como se reconoce por parte del Consejo Municipal de Política Social “es altamente significativa la presencia de la población afrocolombiana en Medellín y es también inocultable que es la población que históricamente ha vivido en los mayores grados de marginalidad y pobreza absoluta, lo cual exige establecer políticas públicas para su atención especial y construir propuestas socioeconómicas que tiendan a elevar su calidad de vida y reivindicarla en sus derechos y dignidades”[7]

Frente a la transversalización como estrategia de gestión para la atención a poblaciones puede afirmarse que resulta necesario diferenciar un enfoque de atención poblacional de un enfoque diferencial étnico, en la medida en que el primero se refiere a grupos poblacionales diversos, portadores de identidades construidas o reclamadas en función de características generacionales, sexuales o afinidades que vinculan a un determinado sector social. 

El enfoque étnico se orienta a la diferenciación de una población específica en respeto a sus particularidades culturales y étnicas consagradas constitucionalmente y reconocidas en función de la pertenencia a un grupo humano particularizado por su historia, tradiciones y costumbres; que reclama y para el cual se exige atención urgente y prioritaria a las condiciones de indignidad, injusticia y desequilibrio institucionalizado y estructural representadas en indicadores y estadísticas de pobreza, discriminación, violencia y exclusión sostenidos históricamente, especialmente en contra de las y los afrodescendientes. 

Para la definición de políticas públicas orientadas a este grupo étnico, entendido como “el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres (…), que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de otros grupos étnicos”[8]

Tal como reconocen los organismos de Naciones Unidas presentes en el país, en Colombia, es notoria la “ausencia de un enfoque diferencial en las políticas públicas que reconozca, garantice y de respuestas adecuadas a los derechos y necesidades de los diferentes grupos de población afectada por el desplazamiento forzado, de acuerdo con criterios de género, edad y origen étnico”[9]

Con la adopción de un enfoque diferencial étnico el Estado y la sociedad se comprometen a contener, disminuir y eliminar las condiciones de discriminación sostenidas en el tiempo, transformar las negaciones de derechos sociales, económicos y culturales y construir relaciones de poder construidas históricamente[10]

Componentes de la agenda mínima 

Frente a las graves problemáticas en contra del desarrollo de la gente afrodescendiente, no resulta suficiente la transversalización propuesta por el Estado en la orientación del gasto social, en la medida en que atomiza los recursos e invisibiliza a este grupo étnico entre cifras que parecieran satisfacer criterios de incidencia en el mejoramiento de sus indicadores. 

Por ello debe reconocerse que los sistemas de información, seguimiento, monitoreo y evaluación de políticas públicas para afrocolombianos disponibles en la ciudad son deficientes y producen una subrepresentación que no da cuenta de su situación real. 

Dichos sistemas deben fortalecerse para pasar de la transversalización a la diferencia, para que no solo en las cifras sino en los contextos reales en los que la gente vive, se desempeña y encuentra recursos y posibilidades disponibles para su mejoramiento, se avance significativamente en la transformación de las situaciones graves y dramáticas que padecen. La política pública orientada de manera diferencial para grupos étnicos debe reflejar el tránsito sostenido de la vulnerabilidad a la satisfacción y garantía de derechos y promover no sólo la atención sino la inclusión y generación de equidad. 

En ese sentido, más allá del conjunto de derechos y reivindicaciones que como ciudadanos, colectivos, sectores y poblaciones vulnerables, generacionales y sexuales afecten e incidan para agravar el drama humano afrodescendiente; en los ejercicios de concertación adelantados previamente, que reflejan de igual manera las pretensiones de algunos colectivos participantes en el proceso de consulta, se identificaron 3 urgencias centrales y 11 ámbitos de incidencia en política pública diferenciada para este grupo humano: 

1. Transformar las condiciones de inequidad y pobreza para fortalecer los indicadores de desarrollo humano 

Tal como se identifica en el borrador del Plan de Desarrollo, el principal reto de la ciudad es sostener las políticas tras el mejoramiento del indicador de desarrollo humano en sus múltiples variables; cerrando radicalmente la brecha de inequidad evidente entre quienes habitan en los extremos que identifican la acumulación de pobreza y el bienestar producido por la concentración de riqueza. 

Respecto de las y los afrodescendientes, el IDH en Medellín da cuenta que en cada hogar apenas el 36,8% es propietario de su vivienda[11], habitada en promedio por 4,3 personas, con un alto porcentaje de dependencia de menores de 14 años (31,2%), percibiendo ingresos inferiores a un salario mínimo en el 64% de los hogares, cuya cabeza de hogar es la madre en un 66% de los casos encuestados, con un 17% de integrantes de la familia sin ningún tipo de escolaridad formal y con una tasa de afiliación del 63.7% al régimen subsidiado. 

Dadas estas particularidades, la ciudad requiere tomar la decisión de transformar radicalmente sus formas de incidencia en las problemáticas que afectan el desarrollo de las y los afrodescendientes e inciden en la continuación de líneas de pobreza, marginalidad, inequidad y discriminación. 

La meta de la administración municipal será generar condiciones y oportunidades para la inserción laboral y productiva, la generación empresarial y el mejoramiento de los ingresos de la población afrodescendiente en condiciones formales y dignas. 

1.1.Programa de empleo formal y digno, empresarismo y desarrollo productivo 

Respecto del empleo, quienes se encuentran ocupados se dedican al sector servicios, comercial y manufacturero; además del trabajo como educador o como independiente. Sin embargo, el porcentaje de hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo pone de presente la precariedad del ingreso en las familias encuestadas. 

Sumado a ello, quienes trabajan como independientes son por lo general personas cabeza de hogar con alta dependencia del crédito especulativo o “cuentagotas” y de líneas de microcrédito concentradas en producir ingresos de subsistencia; evidenciando la ausencia de una política de empleabilidad y empresarismo que inserte eficazmente a las y los afrodescendientes en diferentes actividades productivas, especialmente las más calificadas. 

Estrategias de inserción laboral productiva para afrodescendientes: 

· Pacto empresarial por el empleo formal y digno con criterio étnico porcentual: pretende apoyar con estímulos y excensiones a las empresas que incorporen personal afrodescendiente calificado (mujeres y hombres) en un porcentaje no inferior a su equivalente poblacional (11% del total de la población de Medellín). 

· Convenio para eliminar la fotografía en los procesos de selección laboral. 

· Acuerdo intersectorial para implementar y fortalecer concursos y procesos de incorporación y ascenso por meritocracia en el sector privado y público. 

· Acuerdo intersectorial para la formación, acompañamiento y articulación empresarial de mujeres y hombres afrodescendientes organizados en procesos asociativos y cooperativos capaces de insertarse en la dinámica productiva local. 

· Contribuir al fomento, fortalecimiento y financiación de iniciativas empresariales y sociales rentables mediante la asignación de créditos blandos y la constitución de fondos. 

· Implementar un criterio diferencial en la asignación de, al menos el 30%, de los créditos condonables del Fondo EPM; que estimule y favorezca la vinculación de afrodescendientes hombres y mujeres, jóvenes, desplazados y discapacitados en programas de educación superior. 

· Comprometer a las y los beneficiarios afrodescendientes del Fondo EPM a la destinación de su servicio social, prácticas y trabajos de grado al acompañamiento, asesoría o investigación en su comuna, barrio u organización. 

1.2. Programa integral de vivienda 

La ciudad presenta un déficit de vivienda; que en el caso de las y los afrodescendientes evidencia una desproporción considerable tanto en términos de propiedad, número de personas por habitación y materiales de construcción[12]

La meta municipal en este caso apuntará a financiar la adquisición, mejoramiento y titulación de viviendas para afrodescendientes, aplicando un criterio de distribución porcentual en las iniciativas públicas y fomentando acciones de no discriminación en las iniciativas de vivienda privada o corporativas emprendidas en la ciudad. 

Estrategias 

· Ofertar al menos el 10% de cupos de mejoramientos, titulación y asignación de vivienda para afrodescendientes, diseñando un indicador de distribución poblacional que considere niveles de afectación, vulnerabilidad y riesgo para este grupo étnico. 

· Estimular la incorporación de saberes y prácticas ambientales y botánicas ancestrales en la concepción e implementación de planes habitacionales locales. 

· Promover un convenio de no discriminación por razones étnicas, sexuales o de género en el alquiler, compra y venta de vivienda en la ciudad. 

1.3. Programa intercultural de cuidado y salud integral 

Garantizar el bienestar en la salud física, mental y reproductiva de las y los habitantes y residentes en Medellín constituye una exigencia constitucional insalvable; mucho más cuando la salud del 63,7% de las y los afrodescendientes en la ciudad depende del régimen subsidiado y sólo un 31,3% está afiliado al régimen contributivo, frente al 24,5% y 60% de la población general, respectivamente. 

De manera concreta, frente a la prestación del servicio de salud, en procura de generar “un estado de completo bienestar físico, mental, y social”[13], la población afrodescendiente presenta quejas frecuentes por maltrato, desatención y discriminación por parte del personal de atención y cuidado; lo que en el caso específico de las mujeres, población desplazada y población con opciones sexuales diversas (LGTBI) se expresa en afrentas contra la dignidad, violación de la integridad personal, vulneración en el trato recibido y desatención en salud sexual y reproductiva impulsado por intolerancia, estereotipos y prejuicios con los que se restringe y limita el disfrute de derechos en materia de acceso y atención en salud. 

El Municipio de Medellín deberá implementar una estrategia integral de prevención, promoción atención y cuidado en salud para mujeres y hombres de la población afrodescendiente, respetuosa de prácticas de cuidado y saberes ancestrales y alternativos. 

Estrategias: 

· Promover estímulos a las entidades del sector salud que vinculen personal médico, hospitalario y de asistencia afrodescendiente e incorporen una política de no discriminación con sus pacientes. 

· Plan de capacitación en diversidad étnica, sexual y de género para el personal responsable de implementar protocolos de atención básica y especializada. 

· Implementar un protocolo de atención domiciliar prioritaria para personas en situación de discapacidad, desplazamiento y tercera edad. 

· Implementar un programa permanente de atención sicosocial y salud mental que fomente la creación de redes de apoyo, autocuidado y atención diferencial prioritaria, especialmente con mujeres afrodescendientes y personas en situación de desplazamiento. 

· Fomentar programas de cualificación y titulación técnica y profesional de parteras, cuidadores y expertos en saberes botánicos. 

· Estimular la vinculación solidaria al régimen contributivo con mujeres dedicadas al servicio del hogar. 


1.4. Programa de etnoeducación y educación intercultural para la vida, la equidad 

Atender a la diferencia étnica en la ciudad en la prestación de diferentes servicios educativos resulta fundamental para enfrentar las limitaciones individuales, familiares, colectivas e institucionales que perpetúan estereotipos y formas modernas de discriminación; así como inciden en el sostenimiento de barreras contra el desarrollo de las comunidades afrodescendientes, 

En el mismo sentido, siendo cierto que “cada vez más pruebas apuntan a que el mundo enfrenta una degradación ambiental generalizada y posibles deterioros de esta situación”[14], el sistema educativo debería contribuir a entender que las prácticas y tradiciones ambientales afrodescendientes e indígenas le han aportado, como seguirán haciendo una cosmovisión capaz de promover la armonía y el entendimiento entre el ser humano y la naturaleza. 

La meta de la administración municipal apuntará a Garantizar a los grupos étnicos el acceso, atención y permanencia de su población en edad escolar, atendiendo a sus necesidades educativas, al fomento de la inclusión étnica con calidad y al fortalecimiento del etnodesarrollo como política de equidad. 

Estrategias 

· Plan de alfabetización solidaria, que incida en la disminución del analfabetismo en el 17% de la población afrodescendiente de la ciudad; mediante la participación de beneficiarios del Fondo EPM en tareas de servicio social solidario. 

· Plan de acceso, sostenimiento y acompañamiento a la escolarización de la población afrodescendiente, desde la educación maternal hasta la posgraduada. 

· Implementación de una estrategia de etnoeducación e interculturalidad en todas las instituciones educativas oficiales y de cobertura y su promoción en las instituciones privadas. 

· Plan de formación y cualificación de docentes y directivos afrodescendientes; aplicando un criterio porcentual a la financiación de estudios de maestrías y doctorados. 

· Plan de estímulos a la investigación en experiencias, saberes y prácticas ancestrales y favorables a la etnoeducación, la interculturalidad y el etnodesarrollo. 

2. Afianzar el reconocimiento de la diferencia como riqueza intercultural expresada en la vivencia identitaria y cultural afrodescendiente 

Las y los afrodescendientes han realizado un aporte histórico fundamental en la articulación de la ciudad y del país, no siempre reconocido y frecuentemente estigmatizado. Reconociendo la importancia de la música, la danza y el deporte como elementos igualmente significativos para las y los afrodescendientes, la ciudad debe avanzar en la transformación de estereotipos mediante los cuales se utilizan referencias biotípicas y folclóricas para estimular una lectura esencialista de este grupo étnico, ampliando las oportunidades para la comprensión, expresión y vivencia de su cultura en un espacios y escenarios interculturales. 

Una ciudad productora de equidad debe proveerse igualmente códigos públicos y societales con las que pueda apropiarse del significado humano de la diferencia étnica y cultural, “para proponer estrategias de fortalecimiento de la identidad cultural, que le permita a la población afrodescendiente recuperar, conservar y reproducir su cultura ancestral”[15]

Estrategias 

· Implementar un sistema de seguimiento, evaluación y monitoreo de políticas públicas para el avance en los indicadores de calidad de vida del grupo afrodescendiente en Medellín. 

· Implementar un plan de acciones afirmativas encaminadas a fortalecer políticas públicas para el mejoramiento y transformación de los indicadores de desarrollo humano para afrodescendientes. 

· Coordinar las acciones de promoción, formación y acompañamiento de iniciativas y organizaciones artísticas y culturales del pueblo afrocolombiano en Medellín. 

· Promover una política de fundamentación, asesoría y acompañamiento integral para el fomento de la recreación, la lúdica y la competencia con deportistas y con la comunidad afrocolombiana en Medellín. 


3. Estructurar sinergias interisntitucionales y relaciones de coordinación institucional que contribuyan al fortalecimiento organizativo y al afianzamiento político institucional afrodescendiente 

Por lo menos 236.000 habitantes de Medellín se reconocen como afrodescendientes, lo que constituye cerca del 11% de su población[16]; cuyos derechos consagrados constitucionalmente reclaman del Estado su garantía y satisfacción de manera diferenciada frente al resto de la población; en la medida en que constituyen grupos étnicos históricamente desfavorecidos en los procesos de desarrollo. 

Atender sus problemáticas y reivindicaciones, proteger su identidad, prácticas ancestrales y tradiciones culturales, salvaguardar sus derechos e implementar políticas públicas orientadas a superar las condiciones de indignidad, injusticia e inequidad a las que se encuentran sometidos, constituyen argumentos más que justificados para la instalación de una dependencia pública que encare la tarea de producir transformaciones en los indicadores de desarrollo humano, territorial y económico para los grupos étnicos en Medellín, coordine las acciones interinstitucionales de avance en la superación de las barreras contra el desarrollo y promueva estrategias organizativas que doten de una institucionalidad fuerte a los procesos comunitarios y de significación cultural apoyados y acompañados por el estado. 

3.1. Constitución de una dependencia pública para la gestión, gerenciamiento y coordinación de acciones y estrategias institucionales e interesectoriales en política pública afrodescendiente 

Las y los afrodescendientes reclaman una dirección o gerencia cuya eficacia en la instalación y desarrollo de políticas públicas étnicas esté garantizada por su dependencia directa del Alcalde, con presupuesto propio, plan de acción concertado con las comunidades y organizaciones destinatarias, con claros principios administrativos y funciones que le involucren directamente en la consulta, coordinación, ejecución, evaluación y seguimiento de planes, programas y proyectos orientados a articular la actuación gubernamental en la defensa, satisfacción y garantía de los derechos de hombres y mujeres afrodescendientes. 

Tal dependencia deberá contribuir al fortalecimiento de la institucionalidad organizativa y la legalización de las organizaciones locales de la comunidad afrodescendiente, fomentando prácticas de legitimación y empoderamiento más allá de los membretes y de la representación personalista; estimulando su identificación, formalización, capacitación, coordinación y articulación en procesos que reflejen la complejidad municipal, sin que con ello se vulnere la autonomía propia de los procesos societales, pues no se trata de que el Estado organice a la sociedad civil sino que promueva y fomente formas de interlocución y relacionamiento transparente y cooperante con estas organizaciones, paa lo cual deberá consolidar espacios, escenarios y procedimientos de consulta legítima que incrementen la participación de las comunidades étnicas en la gestión de su desarrollo, sumando al mejoramiento del desarrollo del conjunto en la ciudad. 

La dirección de asuntos étnicos, debería igualmente proveer a la ciudad de un instrumento para la coordinación intersectorial de estrategias encaminadas a superar los deprimidos índices de desarrollo humano que evidencian el padecimiento y la situación de inequidad e indignidad en la que vive buena parte de las y los habitantes de la ciudad, altamente representados en situaciones de vulnerabilidad, pobreza, desempleo, condiciones de insalubridad, precariedad o carencia de servicios públicos, desescolarización y deserción escolar, bajo acceso a educación superior; entre otras graves afrentas a su humanidad. 

Estrategias 

· Constitución de una dirección o gerencia para la definición, seguimiento, orientación, atención, y evaluación de políticas públicas para la población afrodescendiente. 

· Convenio intersectorial para la concertación de acciones y estrategias con incidencia en los indicadores de desarrollo humano para la población afrodescendiente. 

3.2. Plan de fortalecimiento de organizaciones y procesos participativos de la comunidad afrodescendiente en Medellín. 

3.3. Plan de acciones institucionales y comunicativas para la promoción de la diferencia, la contención del racismo y la discriminación, el avance en la implementación de acciones de inclusión y la eliminación del daño por razones étnicas. 


Proceso de consulta, participación y ajuste técnico. 

El presente borrador de una agenda mínima de inclusión afrodescendiente para el Plan de Desarrollo de Medellín con enfoque étnico diferencial, es el producto de un proceso de consulta, diálogo e interlocución con diferentes actores locales en su calidad de ciudadanos, líderes de organizaciones o interesados en el avance de políticas públicas para el mejoramiento de las condiciones de vida del grupo afrodescendiente en la ciudad de Medellín. 

Vinculados a este propósito, se han gestado espacios de interlocución con activistas organizados, personas y colectivos promotores de acciones a favor de la inclusión de las y los afrodescendientes en las rutas del desarrollo local: 

· 120 Participantes en el Foro con Afrodescendientes, programado por el Consejo Territorial de Planeación el 10 de marzo de 2012 

· Mujeres y hombres participantes en procesos organizativos y formativos con población desplazada. 

· Propuestas individuales y colectivas adelantadas durante el proceso de formulación y consulta del borrador del Plan de Desarrollo. 

· Algunos consultivos nacionales e integrantes del Consejo de Política Pública Afrodescendiente en Medellín, existente por Acuerdo 11 de 2006. 

· Comité Unitario Afrodescendiente; espacio de convergencia de variasorganziaciones y ciudadanos afrodescendientes, cuyas consideraciones y documento elaborado constituye la base de la presente agenda mínima. Dicha propuesta, la cual se anexa, constituye una plataforma fundamental para el proceso de negociación de un plan de acciones afirmativas para la comunidad afrodescendiente en Medellín. 

· Funcionarios Públicos actuales y anteriores responsables del proyecto de Diversidad Étnica de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín. 

· Líderes y representantes de organizaciones sociales, políticas y académicas que apoyan o constituyen colectivos étnicos afrodescendientes de la ciudad. 

· Organizaciones deportivas, culturales y cívicas participantes en varios encuentros de discusión del presente borrador y cuyos documentos anexos, fueron considerados para la redacción del presente ejercicio. 

· Participantes en otros foros (territoriales, poblacionales y sectoriales) organizados por el Consejo Territorial de Planeación y organizaciones de la sociedad civil. 

· Firmantes 

NOTAS

[1] Departamento Nacional de Planeación. Insumos para el análisis de las barreras que impiden el avance de la población negra, afrocolombiana, palenquera y raizal. Agosto 15 de 2008 
[3] PNUD. Informe sobre desarrollo humano, 2011 
[4] PNUD. Informe sobre desarrollo humano, 1995, p. 65 
[5] De acuerdo con una reciente caracterización de población afrodescendiente en Medellín, al menos 226.000 constituyen el techo estadístico de personas que se reconocen y adscriben a tal categoría étnica, contando un mínimo de 120.000 las y los nacidos en esta ciudad. Municipio de Medellín – Corporación Convivamos. Condiciones de vida de la población negra, afrocolombiana, palenquera y raizal en Medellín. Caracterización sociodemográfica 
[6] ACNUR. Op. Cit., p. 25 
[7][7] Alcaldía de Medellín. Políticas poblacionales para una ciudad diversa e incluyente. Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, 2011, p. 81 
[8] Ley 70 de 1993. Los paréntesis corresponden a la extracción de la relación campo-poblado como un elemento fundante de la afrodescendencia; lo que constituye un sesgo esencialista incorporado a la definición de “comunidad negra” en dicha ley. 
[9] ACNUR. Balance de la política pública de prevención, protección y atención al desplazamiento interno forzado agosto de 2002-agosto de 2004. 2004: www.acnur.org/biblioteca/pdf/2983.pdf 
[10] Ibid., p. 107 
[11] Frente al 56,74% del resto de la población de Medellín. Además, “La mitad de la población afro vive en vivienda alquilada, versus un 32,3% promedio ciudad”. La fuente de la información, cuadros y tablas con estadísticas insertos es, salvo cuando se precisa otra, Alcaldía de Medellín – Convivamos. Condiciones de vida de la población negra, afrocolombiana, palenquera y raizal en Medellín. Caracterización sociodemográfica, desarrollo humano y derechos humanos 2010. 2011 
[12] Como se desprende del Informe de Calidad de vida 2010, desagregando tipo de vivienda frente a la mayor población afrodescendiente por estrato y comuna. 
[13] El cual, según la Organización Mundial de la Salud constituye un estado más allá de la ausencia de enfermedades o afecciones y considera factores sicosociales, ambientales y culturales que inciden en la ampliación o contención de las condiciones del bienestar. 
[14] PNUD. Informe de desarrollo humano, 2011, p. 2 
[15] Alcaldía de Medellín. Políticas poblacionales para una ciudad diversa e incluyente. Op. Cit., p. 81 
[16] Este es el techo estadístico considerado por la caracterización ya citada, adelantada por la Alcaldía de Medellín y Convivamos. Dada la subrepresentación que se considera parte del proceso, consideramos pertinente acudir a esta cifra como el mínimo estadístico que la ciudad debe considerar en la definición e implementación de políticas públicas para afrodescendientes.

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